Probablemente no haya nada más incomodo que ese sujeto generalmente vestido de blanco que acosa tu boca… No mal pensados, no es que te parta la boca de un beso, es que te parte los labios con su maquinita sonora y de lo seco que te los deja. Independiente del dolor que muy probablemente la mayoría conoce, últimamente en mis constantes visitas a su consultorio me he dado cuenta de la capacidad de creación que uno tienen acostada en ese sillon.
Quizás me saldría más barato y menos doloroso ir a acostarme a un diván de algún connotado psicoanalista con mirada fálica, pero todavía no lo hago ¿será la cercanía con con la materia?
Por el momento me entretengo con la imaginación retorcida y rebuscada, es como una especie de universo paralelo, que por lo que dura esa sesión de tortura, mirando hacia la puerta, se vuelve realidad. Desde que me revelo y ya no soy una paciente y ahora soy yo la que anestesia toda la boca del dentista, para que sepa que se siente, quedarse estúpido, mas de lo normal, como por tres horas y que al hablar ya no te reconozcas, sino que tengas como un dejavou de la traducción de Forest Gump, u otras que mi súper- yo de momento quiere censurar.
Quizás me saldría más barato y menos doloroso ir a acostarme a un diván de algún connotado psicoanalista con mirada fálica, pero todavía no lo hago ¿será la cercanía con con la materia?
Por el momento me entretengo con la imaginación retorcida y rebuscada, es como una especie de universo paralelo, que por lo que dura esa sesión de tortura, mirando hacia la puerta, se vuelve realidad. Desde que me revelo y ya no soy una paciente y ahora soy yo la que anestesia toda la boca del dentista, para que sepa que se siente, quedarse estúpido, mas de lo normal, como por tres horas y que al hablar ya no te reconozcas, sino que tengas como un dejavou de la traducción de Forest Gump, u otras que mi súper- yo de momento quiere censurar.