Me despido

Todo estaba bien y todo era lindo, era lo que buscaba…
Pero cual complejo de 5 años, llore hasta que me canse por el juguete que quería, cuando lo tuve…La verdad de las cosas, era mejor la idea que tenía en mi cabeza del juguete, que el juego mismo. Era mejor soñar y creer todo lo que podía hacer…
Será que este ejemplo, es homologo a lo que nos pasa el resto de nuestras vidas. Espero de todo corazón, si es que llego a tener razón, no tenerla.
Distintas reacciones hay alrededor de los acontecimientos que le pasan a las personas. Todos esperamos ser normales, sentir lo que corresponde, cuando corresponde y por quien corresponde. Aunque no tenga muy claro qué es lo que corresponde.
Lo que me pregunto entonces, la culpa de que nuestra vida no sea perfecta es de nuestra imaginación, demasiado inspirada en Hollywod, aun cuando te guste el cine Europeo…
Miedo a los compromisos y trancas similares, están a la orden del día.
No se como ni cuando unos adolescentes de 15 años promedio, nos enseñaron sin quererlo, que en el compromiso no hay nada atroz, espeluznante ni menos aterrador. Si hay de todas maneras esfuerzo y un trabajo silencioso. Todas las palabras que nos suena casi tan fuertes como cadena de muerte.
Una solución muy viable, es correr hasta el cansancio, puedo decir que sirve, que alivia, siempre y cuando haya una meta que seguir o uno tenga tanta paz alrededor de uno que nada ni nadie te perturbe. Pero esos momentos maravillosos duran solo unos pocos instantes, luego vuelven las dudas. En apariencia un panorama bastante trágico, pero la verdad es que es, sólo eso son dudas.