Son las cuatro de la tarde, un calor asqueroso invade al lugar... pero de la pared sale un aire pseudo congelado...la nariz se congestiona y la voz se empeiza a perder (maldita tecnología). El profesor habla, todavía tiene pila después de 7 horas, sigue con su capacidad de hacer críticas, soprendente. Otros no tienen la misma fuerza y deciden escuchar música en su "personal" (bentidta tegnología) y no se si por una relación casual o causal escuche el CD de la película Requiem por un sueño.
¿Será el destino, el sueño o la sugestión? que hasta por escuchar este CD este personaje que es el prfesor, nos hace tener esa sensación de temor, casi fobia que se te llegan a parar los pelos. Da la impresión que para un mejor resultado de temor infinito, se tiene que escuchar la cacnción en conjunto con su voz. Así como una especie de sinópsis o ante sala de un triller o una pelicula de terror psicológico hecho realidad.
La música junto con sus "críticas constructivas" probablemente te haran tener más de algún sueño angustioso en la vida
Por que nunca hay nada claro, porque a veces sólo hay que flotar, observar para luego tomar posición, sabiendo desde donde uno quiere y puede estar.
Porque tomar una elección es rechazar a todas las demás opciones posibles.
“... Su encuentro estuvo lleno de error...Cada uno de ellos había creado un infierno para el otro, pese a que se querían. El hecho de que se quisieran, demostraba que el error no residía en ellos, en su comportamiento o en la inestabilidad de sus sentimientos, sino que no congeniaban, porque el era fuerte y ella débil...”“Pero es precisamente el débil, quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacerle daño al débil” (Milan Kundera, la insoportable levedad del ser).
Porque tomar una elección es rechazar a todas las demás opciones posibles.
“... Su encuentro estuvo lleno de error...Cada uno de ellos había creado un infierno para el otro, pese a que se querían. El hecho de que se quisieran, demostraba que el error no residía en ellos, en su comportamiento o en la inestabilidad de sus sentimientos, sino que no congeniaban, porque el era fuerte y ella débil...”“Pero es precisamente el débil, quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacerle daño al débil” (Milan Kundera, la insoportable levedad del ser).
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