Extraña sensaciones abundan el último tiempo. No debería estar triste de alguna manera ya se gano la guerra, pero aún así entre que todavía quedan batallas y por otro lado esa paz tan ansiada todavía no se hace presente.
¿Qué se desea, qué se demanda? la verdad es que no tengo idea, ni Lacan lo tenía claro...poco claro que yo lo pueda resolver. Sin embargo la dinámica de la estructura se apodera de mi, quiero mirar, ser mirada saber y comprender. Al parecer el tema de la incertidumbre vuelve a aparecer una y otra vez.
Siempre quiero escribir sobre algo y casi siempre termino en otro lugar.
El tema de las extrañas sensaciones, como siempre, llegan en un súper mal momento. Qué importa la ensalada mental que puede haber en estos momentos, como suele pasar en estos momentos hay que ser eficiente y rendir, responder a todo lo que se me pide.
Pero, ¿qué pido yo? ¿qué quiero yo? si de algo ha servido todo lo pasado es para no cometer una y otra vez los mismos errores....DIFÍCIL....esa maldita compulsión a la repetición, vuelve como un reflujo de energías que no se detienen. Entonces ¿qué hacer? ¿qué hacer para encontrar ni siquiera la paz....tan sólo un poquito de tranquilidad...?
Puede ser que la respuesta sea dejar de esperar de buscarla y sólo sentir, sólo que eso hoy día está en el límite un poco, poco sano de dolor y cansancio.
Quedan fuerzas pero no quiero que mis sentimientos se apoderen de esas.
Complejo y confuso nada mejor que resumir en eso.
Por que nunca hay nada claro, porque a veces sólo hay que flotar, observar para luego tomar posición, sabiendo desde donde uno quiere y puede estar.
Porque tomar una elección es rechazar a todas las demás opciones posibles.
“... Su encuentro estuvo lleno de error...Cada uno de ellos había creado un infierno para el otro, pese a que se querían. El hecho de que se quisieran, demostraba que el error no residía en ellos, en su comportamiento o en la inestabilidad de sus sentimientos, sino que no congeniaban, porque el era fuerte y ella débil...”“Pero es precisamente el débil, quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacerle daño al débil” (Milan Kundera, la insoportable levedad del ser).
Porque tomar una elección es rechazar a todas las demás opciones posibles.
“... Su encuentro estuvo lleno de error...Cada uno de ellos había creado un infierno para el otro, pese a que se querían. El hecho de que se quisieran, demostraba que el error no residía en ellos, en su comportamiento o en la inestabilidad de sus sentimientos, sino que no congeniaban, porque el era fuerte y ella débil...”“Pero es precisamente el débil, quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacerle daño al débil” (Milan Kundera, la insoportable levedad del ser).
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