En momentos como estos uno tiene a revisar y a cierta forma re-armar la vida. Y el tema a veces parece ser más difícil de aclarar y limpiar que una pieza de cabro chico o la misma pieza de uno después de un año de estudio más que de limpieza y orden. Aparecen cada cosa entre medio de la ropa sucia que pensaste que simplemente habías regalado. Por lo demás en este proceso el basurero se convierte en el depositario máximo de cosas que no quieres ver nunca más y también de la rabia que puede abundar. Pero por sobre todo y más allá de la connotación que tiene este recipiente, lo que hace no s más que ayudarnos a dar vuelta la página, una página de nuestras vidas que por ahora queremos que se la lleve un camión y que no vuelvan a aparecer más pedazos de eso.
Pero también me pregunto, hasta que punto uno puede meter todo ahí, porque cuando no son sólo cosas, sino que personas y experiencias como es que uno se puede limpiar de eso. A veces pienso que es mejor acercarse de una como cuando vas al dentista y te sacan todas las muelas del juicio, pero es traumático, sin duda alguna. Y eso es algo que si ya la palabra se hace muy repetitiva en el diccionario, mejor ahorrarse temas.
Parar un segundo y suspirar aliviada, aunque no por eso sin dolor, todo eso ya se acabo...por más que lo pienses cada vez tenía menos sentido todo. Y puede ser que todavía queden muchas cosas más, aún más difícil que lo que ya ha tocado. Pero al menos de esto ya no queda más que limpiarse las heridas de guerra y seguir...por que finalmente aunque suene a cliche efectivamente lo que no te mata te hace más fuerte. Aunque ese se demoré años, meses, días, horas. Porque va un poco más allá de lo concreto que puede ser el tiempo.
Como creo que pasa en la clínica tiene que ver con los tiempos lógicos, más que con los tiempos cronológicos.
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