La celebración.

Después de pensarlo un rato la idea no me vino nada mal, más que llanto hay que celebrar esto, es un hecho tan genial que uno no puede estar viviendo a base de la tristeza siendo que se puede estar viviendo a base de la alegría.
La verdad es que tengo que agarrar esa botella, lo que queda de personalidad y explotarla como si fuera una ecuación exponencial...si raro pero es lo que hay que hacer sino....uno se puede quedar en la pasividad más absoluta durante mucho tiempo. Aunque me paralice los nervios y esa cosa supongo que media obsesiva, aunque en realidad creo que más que eso es pura histeria... y si me paralizo no puedo dejar que sea siempre. Tengo que salir de este estado como de pavez en la que estoy. No que tuviera 15 años. Eso mejor de lo dejo a los demás que harto bien que les queda ese rol. Quizás la frase del día sea empoderarse de todo esto, incluso de aquello se puede salir airosa, como una dama, pero sin tanto drama. Suena bien la frase...algo así como la filosofía de vida que siempre se podría instaurar.
Es como agarrar lo más personal que uno tiene, su propia vida y decidir que uno la quiere hacer fascinante y eso creo que parte por cuidarse, con quererse y mirarse en retrospectiva y con respeto de lo que ha sido la vida y de lo que uno quiere para ella. Llenarse de proyectos y de sueños como una posiblidad cierta de que en algún momento pueden ser llevados a cabo, si con con un partner mejor...la vida en ciertos aspectos con alguien se hace mucho más llevadera, aunque en otras es un verdadero desastre de dos...ya es difícil solo en pareja peor.
Por eso, también el portarse mal tiene algo así como un condimento muy exotico a lo cardamomo, que hasta el día de hoy no tengo idea que es o para que sirve...pero me encanta decir esa palabra, es como estilosa.
En fin...aparte de mi dispersión mental, el punto central es también sentir la alegría con la misma intensidad que la pena, de que todo este martirio se haya acabado, libre como hace mucho tiempo no lo era, sin ataduras ni cuidados que ya se estaba haciendo odioso sostener. La alegria y la fortuna de decir "DE LA QUE ME LIBRE".