Añejo pero no tanto

Siento que aunuque uno no quiera se muestra mucho y considerando que esto es internet, donde todos tienen acceso, me parecia que era muy arriesgado... De hecho lo sigo pensando pero con la unica diferencia de que hoy tengo un blog y que esta vez creo que lo usare para algo serio, que aunque no quiera supongo que me marcara por bastante tiempo. Hace un par de semanas me asaltaron, pero más que eso lo que me da rabia es que hice todo mal. Salir como si fueran las tres de la tarde, si fue estupido y lo acepto, me lo dijeron quizás un millon y medio de veces pero eso de que la juventud cree que es inmortal aunque no lo aceptaba me lo creía tan profundamente como que en octubre cumplo años y que solo por eso ya era toda una sabionda de la vida. No se cuantas mentiras ya van en este par de lineas pero me parecen que son muchas. Así como muchas más fueron las consecuencias, alejarme por el recuerdo del trauma con una de las personas que más quiero en mi vida, que más que mi mejor amiga, es mi hermana. Que incluso un quiebre tan profundo como este, que hizo que nos dejaramos de ver por harto tiempo, no fue capaz de romper aquel vinculo....Sólo cuando pasaron cosas más malas que esas me pude dar cuenta del cariño infinito de ella y que las actividades prácticas este asalto pudieron marcar un antes y un después, pero en la profundidad todo sigue igual o aún más cercanas. Sabemos que no somos invensibles que somos débiles y sensibles, por lo tanto, nos cuidamos más nosotras mismas, pero también nos cuidamos más la una a la otra. Otra consecuencia, que forma parte de mi vida,...fue la aperura a un espacio afectivo y de contención que hasta ese punto no había permitido que nadie entrara. Una relación formal, por muy corta que fuera, tuvo un efecto,...siempre las primeras veces marcan algo. En mi caso marcan la posibilidad a mostrarme vulnerable ante alguien que tuviera el deseo de contenerme, así como encontrarme con la grata sorpresa de que yo también eventualmente podia llegar a sentir lo mismo...algo así como reciprocidad y gratuidad. Y quizás algo que sólo con los años me puedo dar cuenta, ese asalto marcó por mucho tiempo el miedo como un motor de vida. Cumple su función vital...pero también es grato encontrarse que por fin ya no hace más sentido.