Por que nunca hay nada claro, porque a veces sólo hay que flotar, observar para luego tomar posición, sabiendo desde donde uno quiere y puede estar.

Porque tomar una elección es rechazar a todas las demás opciones posibles.

“... Su encuentro estuvo lleno de error...Cada uno de ellos había creado un infierno para el otro, pese a que se querían. El hecho de que se quisieran, demostraba que el error no residía en ellos, en su comportamiento o en la inestabilidad de sus sentimientos, sino que no congeniaban, porque el era fuerte y ella débil...”“Pero es precisamente el débil, quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacerle daño al débil” (Milan Kundera, la insoportable levedad del ser).

15.5.10

¿Libre?

Extraña sensación que después de todo lo que ha pasado, ya nada más me importa. Parece que por fin llego ese esperado momento. Ya no me importa más, me da lo mismo que se ría fuerte que se haga notar, que me de más material para hacer que lo note. Ya toco ese límite que no estoy dispuesta a aguantar más. No quiero decir con esto que ahora viene mi destrucción, por que me agrada la idea de pensar y sentir que estoy por sobre eso. Que incluso, el mismo hecho de poder ponerlo en palabra, se articule como una realidad que además sea una realidad propia y cotidiana. Sí, ya basta ya punto final de esto para mi, no más molestias, no más síntomas de aquello que me tiene atorada.
Aunque a veces lo dude, en días como estos que todo parte horrible y sin siquiera estar de pie siento que ya estoy abatida, después de eso es genial cuando pasa, que puedo abrir las cortinas de mi pieza, ver el cielo claro, despejado y soleado....simbólico igual, cuando ayer cuando camino media cuadra quedé absolutamente empapada. Pero hoy en ese sol de invierno que calienta poco y nada puedo respirar hondo y tener ganas de gritar y botar lo que no puedo expresar...podría estar hablando 20 horas de los mismo, pero aún así me quedarían cosas que decir, maneras de verlos de otro modo...pero ya no más.
Adios, demasiado espacio ocupado invertido, tomado e invadido como para seguir dando ese espacio.
Me da lo mismo lo que crea mi intuición en estos momentos, en alguna medida en esa intuición también tengo mucho que ver yo. Y por la parte que a mi me compete yo no quiero nada más, no quiero que se acerque. Nada más decidor que saltármelo, no despedirme, porque ya no vale la pena, no me merece ni agacharme a que me bese. Buenas noches desgracia personal y pesadilla infernal en la que te has convertido.
Habló aquí de esto, porque es la única manera en que también puedo patalear sin que nadie se enteré mucho de lo que pasa por mi cabeza, por mi estomago...pero por sobre todo en mi amigdala basal.
Libre como hace mucho tiempo no me sentía, hago y deshago, sin intención de hacer daño sino que con la sencilla de estar de pie, en paz y con la sensación tan agradable de sonreir, por que es rico.
Pienso en todo lo que pasó y lo dejó ir....Parece que por fin cuando ya ha pasado casi una semana, por fin entiendo la función del ejercicio...dejarlo ir...tomarme a mi y mis sentimientos pero dejarlo ir...tirar la cadena y cuantas metáforas más se me pueden ocurrir.
Todo esto quizás también era necesario, caer; que me botará tan abajo para poder re armarme desde lo más básico, asumiendo las miradas de compasión que las odio, pero incluso en eso que más me desagrada poder sacar lo mejor. Retomar sólo las cosas que son realmente importantes, dejar ir a las demás.

1 comment:

M said...

Es díficil saber lo que es realmente importante. Lo importante pasa a ser irrelevante de acuerdo a las circunstancias...

Es el ciclo.