Me impresiona cada día que pasa, la decepción puede ser aún mayor. Va a cumplir 27 años, pero tiene que decirle a su amigo que quiere sacar a bailar a una mujer, ¿por qué? Porque le da vergüenza, que cosa tan tarada, ni en el colegio había escuchado algo tan infantil como eso. Por que es que tiene que pasar ahora.
Pero resulta que la decepción llega a un punto tal, que se convierte en rabia conmigo. Cómo es que pude ser tan ciega ante algo tan evidente, ante tan pobreza espiritual y tanto infantilismo junto, cómo es que permito que haya tanta humillación. Cómo es que me puedo liberar de esta basura en que se ha convertido.
Me duele pero lamentablemente no me sorprende, siempre hubo algo que me hizo dudar. Por suerte algo quedó ahí no revelado, algo que no se mostró, por que sino todo sería aún más doloroso.
Es la constante de la rabia con uno mismo, es como si hubiese tanta energía que se tiene qu botar, pero la idea es que esa energía tomé un camino tal que haga crecer y haga mejorar. Quizás antes como estab en esta involución no hubiese sido capaz de tener tanta calma hacia la otra persona que más allá del comentario no tiene ninguna responsabilidad. Siento que en eso al menos crecí.
Es curioso porque en esto momento me molesta tanto sentir rabia, que quiero hacer algo positivo con esa rabia que siento, pero se combina con una profunda decepción de mi misma, que tengo que tener la fuerza de poder verla con mayor altura de miras.
Por que nunca hay nada claro, porque a veces sólo hay que flotar, observar para luego tomar posición, sabiendo desde donde uno quiere y puede estar.
Porque tomar una elección es rechazar a todas las demás opciones posibles.
“... Su encuentro estuvo lleno de error...Cada uno de ellos había creado un infierno para el otro, pese a que se querían. El hecho de que se quisieran, demostraba que el error no residía en ellos, en su comportamiento o en la inestabilidad de sus sentimientos, sino que no congeniaban, porque el era fuerte y ella débil...”“Pero es precisamente el débil, quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacerle daño al débil” (Milan Kundera, la insoportable levedad del ser).
Porque tomar una elección es rechazar a todas las demás opciones posibles.
“... Su encuentro estuvo lleno de error...Cada uno de ellos había creado un infierno para el otro, pese a que se querían. El hecho de que se quisieran, demostraba que el error no residía en ellos, en su comportamiento o en la inestabilidad de sus sentimientos, sino que no congeniaban, porque el era fuerte y ella débil...”“Pero es precisamente el débil, quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacerle daño al débil” (Milan Kundera, la insoportable levedad del ser).
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