Esa mania de las mujeres

Esta es una idea un poco general de la cual no estoy segura si es que estoy en lo correcto o no. Pero elúltimo tiempo me he dado cuenta, entre experiencia personal y observación casi participante en la vida de otras personas que las mujeres tendemos a tener una muy mala costumbre. Que en este espacio más que ponerla sobre aviso, mucho más no puedo hacer; mal que mal es una opción personal, de la cual constantemente nos pesan las consecuencias.
Esa mania o mala costumbre es la que nos encanten o peor aún que nos enamoremos del producto más dañado del supermercado. Ese producto que para todos los demás, es algo casi inexistente por el mal estado en el que está, a nuestros ojos es un diamante en bruto, que si bien es más bruo que diamante, tenemos tanta confianza en él y en nosotras mismas que vamos a ser como las salvadoras máximas de estos sujetos.
No se si es una cosa maternal o paternalistas, pero es como si mientrás más burradas, más comentarios desatinados y más palabras de más o de menos, más se instalan en nuestros hipotalamos.
Y ahora bien, lo peor o lo mejor es que siempre nos dimos cuenta de esto. Es como una especie de seguridad que tienen algunas mujeres frente a sus hombres que aunque le hagan creer, todo el tiempo que ellos son los reyes del universo, en el fondo saben que no hay nadie más carentes de todos que ellos, y que justamente le hacen creer lo contrario, por que sino tiene casi la certeza de se caen a profundidades en que ni ellas los pueden rescatar. Pero esto también tiene su lado, aún más oscuro, porque llega un determinado momento en que no se si por los años, la cotidianidad o simplemente porqué el elástico y la paciencia ya no dan para más, está mujer que gozaba con su posición de pilar para este hombre ya no aguanta más y se aburre o aguanta como si fuera un peso. Pero ojo que no me compro la posición de víctima, por qué nosotras elegimos también estar en esa posición que es muy romántica en su momento, pero que luego de años y años, caída tras caída, uno ya no comprende historias, razones o excusas, son parte de la carga que uno personal y voluntariamente escogio.
Es presisamente en este punto de la historia en que suele quedar la escoba y suelen no quedar cabezas, para ambos lados. Ya no son las mismas personas que se pidieron pololeo, ni que se miraban con un amor que paralizaba a todos los que los rodeaba. Ahora son un par de viejos igual que todos los demás, gordos y ajados por la vida que están más grande y que ya no necesitan al otro para estar mejor, sino que todo lo contario. Necesitan estar sin ese otro para saber quienes son después de tanto tiempo, dejar de tirarle platos, palos y yunques por la cabeza y hacerse cargo de sus propios errores.
El hombre no puede sentirse más atacado, se siente encarcelado por esta mujer que se convirtio en una especie de gendarme que lo único que sabe hacer es encontrarle defecto y decirle que no sabe hacer nada bien. Ella por su lado, no sabe que hacer con toda la frustración que siente, sus aspiraciones de hagar de cristo, para con él, se perdieron cuando conoció bien a su familia y no sabía como echar a la suegra y cuando sintió que en vez de dormir con un el, dormía con la mamá de él. Por lo tanto, es efectivo ella se siente, porque generalmente es más cercano a un paco que a una mujer placida y siencuentra que todo lo hace mal, por que no lo hace como ella lo haría...por lo tanto, la mujer que tuvo esa manía de adolescente ahora sólo quiere matar y devolver a su producto dañado, el único problema es que la garantía expiro hace mucho tiempo o peor aún nunca tuvo.